miércoles, 14 de junio de 2017

Reflexión nocturna

Antes de dormir

(Josué 2)




¿Alguna vez escuchaste de Rahab? Te cuento...ella fue una mujer de Jericó que en su juventud se dedicó a la prostitución y que se la recuerda bíblicamente por haber ayudado a los espías hebreos enviados por Josué, a esconderse y huir de Jericó.(Josué 2:12) Este acto de fe en un Dios que no conocía pues nunca se lo habían presentado, la transformó en una heroína para el pueblo de Israel. Ya que, con la información que llevaron los espías a Josué, posteriormente conquistaron Jericó. Pero, su acto de valentía y de fe no queda ahí... Después que los israelitas conquistaron Jericó, ella se unió y casó con un israelita llamado Salmón. De esta matrimonio, vendría más adelante el rey David, Salomón y el nacimiento más importante, el nacimiento de Jesús, sí, el nacimiento del Salvador del mundo...(Mateo 1) ¿Porque motivo te cuento todo esto? Te paso a explicar: En nuestras vidas, muchas veces hacemos que no queremos, ya sea por necesidad, por ignorancia, por inexperiencia, porque tuve un día complicado o simplemente porque no tuve otra opción. ¿Te ha pasado?... A mí también. Quiero que sepas que no importa lo hayas podido hacer, nadie tiene el derecho a juzgarte, únicamente aquel que te creó. Él, no mira solo tus acciones, el mundo sí, él mira y pesa tu corazón, eso es lo realmente importante para Dios, el corazón es al que todos debemos proteger de que no caiga en maldad ni oscuridad. No importa lo que hayas hecho, siempre que tengas el corazón arrepentido y dispuesto a volver empezar, Dios te dará la oportunidad de hacerlo y aún te premiará, como lo hizo con esta mujer llamada Rahab.(Santiago 2:25 y Hebreos 11:31) 
Hoy, antes de dormir, limpia tu corazón y entrégale todas tus cargas a Dios, deja que él obre en tu vida y te dé un placentero descanso.

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